Homilía del Papa León XIV en la Misa de inicio de su pontificado
CLAVES:
- Este domingo 18 de mayo el Papa León XIV ha presidido en la plaza de San Pedro la Santa Misa de inicio de pontificado. Durante la celebración, después de la proclamación del Evangelio, le ha sido impuesto el Palio y se le ha hecho entrega del Anillo del Pescador.
- León XIV en su homilía en la Misa de inauguración de su pontificado, ha realizado llamamiento a construir “una Iglesia fundada en el amor de Dios y signo de unidad”, que sea misionera y abra los brazos al mundo, “que anuncia la Palabra, que se deja cuestionar por la historia, y que se convierte en fermento de concordia para la humanidad”.
- “Fui elegido sin ningún mérito y, con temor y temblor, vengo a ustedes como un hermano que desea hacerse siervo de la fe y de la alegría”. Afirmó León XIV en su homilía y expresó su deseo de una Iglesia unida, que sea fermento para un mundo reconciliado.
HOMILÍA COMPLETA:
Queridos hermanos cardenales, hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, distinguidas autoridades y miembros del Cuerpo diplomático, hermanos y hermanas:
Los saludo a todos con el corazón lleno de gratitud, al inicio del ministerio que me ha sido confiado. Escribía San Agustín: «Nos has hecho para ti, [Señor,] y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti» (Confesiones, 1,1.1).
En estos últimos días, hemos vivido un tiempo particularmente intenso. La muerte del Papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones y, en esas horas difíciles, nos hemos sentido como esas multitudes que el Evangelio describe «como ovejas que no tienen pastor» (Mt 9,36). Precisamente en el día de Pascua recibimos su última bendición y, a la luz de la resurrección, afrontamos ese momento con la certeza de que el Señor nunca abandona a su pueblo, lo reúne cuando está disperso y lo cuida «como un pastor a su rebaño» (Jr 31,10).
Con este espíritu de fe, el Colegio de los cardenales se reunió para el cónclave; llegando con historias personales y caminos diferentes, hemos puesto en las manos de Dios el deseo de elegir al nuevo sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, un pastor capaz de custodiar el rico patrimonio de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de mirar más allá, para saber afrontar los interrogantes, las inquietudes y los desafíos de hoy. Acompañados por sus oraciones, hemos experimentado la obra del Espíritu Santo, que ha sabido armonizar los distintos instrumentos musicales, haciendo vibrar las cuerdas de nuestro corazón en una única melodía.
Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia.
Amor y unidad: estas son las dos dimensiones de la misión que Jesús confió a Pedro.
Nos lo narra ese pasaje del Evangelio que nos conduce al lago de Tiberíades, el mismo donde Jesús había comenzado la misión recibida del Padre: “pescar” a la humanidad para salvarla de las aguas del mal y de la muerte. Pasando por la orilla de ese lago, había llamado a Pedro y a los primeros discípulos a ser como Él “pescadores de hombres”; y ahora, después de la resurrección, les corresponde precisamente a ellos llevar adelante esta misión: no dejar de lanzar la red para sumergir la esperanza del Evangelio en las aguas del mundo; navegar en el mar de la vida para que todos puedan reunirse en el abrazo de Dios.
¿Cómo puede Pedro llevar a cabo esta tarea? El Evangelio nos dice que es posible sólo porque ha experimentado en su propia vida el amor infinito e incondicional de Dios, incluso en la hora del fracaso y la negación. Por eso, cuando es Jesús quien se dirige a Pedro, el Evangelio usa el verbo griego agapao —que se refiere al amor que Dios tiene por nosotros, a su entrega sin reservas ni cálculos—, diferente al verbo usado para la respuesta de Pedro, que en cambio describe el amor de amistad, que intercambiamos entre nosotros.
Cuando Jesús le pregunta a Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» (Jn 21,16), indica pues el amor del Padre. Es como si Jesús le dijera: sólo si has conocido y experimentado el amor de Dios, que nunca falla, podrás apacentar a mis corderos; sólo en el amor de Dios Padre podrás amar a tus hermanos “aún más”, es decir, hasta ofrecer la vida por ellos.
A Pedro, pues, se le confía la tarea de “amar aún más” y de dar su vida por el rebaño. El ministerio de Pedro está marcado precisamente por este amor oblativo, porque la Iglesia de Roma preside en la caridad y su verdadera autoridad es la caridad de Cristo. No se trata nunca de atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder, sino que se trata siempre y solamente de amar como lo hizo Jesús.
Él —afirma el mismo apóstol Pedro— «es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular» (Hch 4,11). Y si la piedra es Cristo, Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas (cf. 1 P 5,3); por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos. Todos, en efecto, hemos sido constituidos «piedras vivas» (1 P 2,5), llamados con nuestro Bautismo a construir el edificio de Dios en la comunión fraterna, en la armonía del Espíritu, en la convivencia de las diferencias. Como afirma San Agustín: «Todos los que viven en concordia con los hermanos y aman a sus prójimos son los que componen la Iglesia» (Sermón 359,9).
Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado.
En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Y nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad. Nosotros queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela!
Escuchen su propuesta de amor para formar su única familia: en el único Cristo somos uno. Y esta es la vía que hemos de recorrer juntos, unidos entre nosotros, pero también con las Iglesias cristianas hermanas, con quienes transitan otros caminos religiosos, con aquellos que cultivan la inquietud de la búsqueda de Dios, con todas las mujeres y los hombres de buena voluntad, para construir un mundo nuevo donde reine la paz.
Este es el espíritu misionero que debe animarnos, sin encerrarnos en nuestro pequeño grupo ni sentirnos superiores al mundo; estamos llamados a ofrecer el amor de Dios a todos, para que se realice esa unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo.
Hermanos, hermanas, ¡esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio. Con mi predecesor León XIII, hoy podemos preguntarnos: si esta caridad prevaleciera en el mundo, «¿no parece que acabaría por extinguirse bien pronto toda lucha allí donde ella entrara en vigor en la sociedad civil?» (Carta enc. Rerum novarum, 20).
Con la luz y la fuerza del Espíritu Santo, construyamos una Iglesia fundada en el amor de Dios y signo de unidad, una Iglesia misionera, que abre los brazos al mundo, que anuncia la Palabra, que se deja cuestionar por la historia, y que se convierte en fermento de concordia para la humanidad.
Juntos, como un solo pueblo, todos como hermanos, caminemos hacia Dios y amémonos los unos a los otros.
AGENDA – PRÓXIMOS ACTOS
HOY LUNES 19 MAYO 2025
19’00 horas
Oración al estilo de Taizé
Locales parroquiales
ARENYS DE MUNT (Barcelona)
20’00 horas
Charla sobre el Concilio de Nicea
por D. Gregorio Hierro
Salones parroquiales Parroquia Nuestra Señora del Portillo, c/ Monseñor Oscar A. Romero 1-3 Bajos
ZARAGOZA
21’00 horas
Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA
21’00 horas
Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)
20 mayo 2025 - 19'30 horas
Charla "El Concilio de Nicea, una llamada a la comunión en la fe"
por D´. javier Pérez Más, doctor en Patrología
Casa Dicesana, c/ Deán, 8
JACA (Huesca)
20 mayo 2025 - 20'30 horas
Oración ecuménica de acción de gracias
renovación de la fe con el Credo de Nicea-Constantinopla
S.I. Catedral de San Pedro, plz. de la Catedral
JACA (Huesca)
20 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)
21 mayo 2025 - 17'00 horas (Hora Argentina)
Jornada: A 10 años de Laudato si'
De la ecología integral a la inteligencia Artificial
Auditorio San Agustín, Edificio Santa María de losd Buenos Aires, Avda. Alicia M. de Justo, 1300
BUENOS AIRES (Argentina)
21 mayo 2025 – 20’30 horas
Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA
21 mayo – 20’30 horas
Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)
22 mayo 2025 - 19'30 horas
Charla coloquio sobre el Islam: "El Islam visto por un católico"
por Carlos Crespo, general retirado de la Guardia Civil
Colegio Mayor Universitario Virgen del Carmen, c/ Albareda, 23
ZARAGOZA
23 mayo 2025 – 20’30 horas
Entrega Medalla al Mérito Ecuménico
Entrega Medalla al Mérito Ecuménico
a D. Antoni Matabosch Soler
Auditorio de la Iglesia Evangélica Unida de Terrassa, Avd. Béjar, 299
Auditorio de la Iglesia Evangélica Unida de Terrassa, Avd. Béjar, 299
TERRASSA (Barcelona)
Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA
23 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA
24 mayo 2025 – 17’00 horas (hora Argentina)
Encuentro de Oración por la Unidad
Parroquia de la Asunción, Gavilán 1137
BUENOS AIRES (Argentina)
24 mayo 2025 - 20’30 horas
Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE
25 mayo 2025 – 17’30 horas (hora Argentina)
Espacio de Oración por la Unidad
Parroquia de ja Asunción. Franklin. 2173 - FLORES
BUENOS AIRES (Argentina)
25 mayo 2025– 18’30 horas
Oración común al estilo de Taizé
Parroquia de Santa María. c/ de Joan Puig, 3.
RUBÍ (Barcelona)
26 mayo 2025
Fiesta Baha’í. Declaración del Báb
26 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración de Taizé
Centro Padre Claret, c/ Joan Maragall, 23
GIRONA
26 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración Común (Taizé)
Iglesia Catedral de San Lorenzo, plaza de la Villa, s/n
SAN FELIÚ DE LLOBREGAT (Barcelona)
27 mayo 2025 - 20’45 horas
Oración de Taizé
Parroquia Mare de Déu dels Dolors, c/ Begur, 10
BARCELONA
27 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración Taizé
Parroquia de Santa María, c/ Rectoría, 1
VILANOVA I LA GELTRÚ (Barcelona)
27 mayo 2025 – 21’30 horas
Oración de Taizé
Capilla de la parroquia de María Auxiliadora, Pso. San Juan Bosco, 70
BARCELONA
28 mayo 2025 – 20’30 horas
Oración al estilo Taizé
Parroquia El Cristo del Mercado, c/ José Zorrilla, 125
SEGOVIA
28 mayo – 20’30 horas
Oración Común
Parroquia de la Purísima Concepción, Vía Massagué, 21
SABADELL (Barcelona)
29 mayo 2025
Ascensión del Señor
Zoroastrismo. Zartusht-no Diso
30 mayo 2025 – 20’30 horas
Rezar con los Salmos
Iglesia parroquial de San Pedro (La Sede de Égara), plaza del Rector Homs, s/n.
TERRASSA (Barcelona)
30 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración de la Cruz (Taizé)
Parroquia de Sant Marcel, c/ Petrarca 52
HORTA-BARCELONA
30 mayo 2025 – 21’00 horas
Oración común al estilo de Taizé
Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San José (Els Josepets), plaza Lesseps, 25
BARCELONA
31 mayo 2025
Fiesta de la Visitación de la Virgen María a Santa Isabel
31 mayo 2025 - 20’30 horas
Oración de la noche desde Taizé
Retransmitida en directo en redes desde Taizé
TAIZÉ (Francia)
ON LINE
31 mayo 2025 – 21’30 horas
Oración Taizé
Convento de las Vedrunes de Caldes de Malavella, c/ Doctor Furest
CALDES DE MALAVELLA (Girona)
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