
El estreno de "De dioses y hombres" de Xavier Beauvois he permitido a los críticos reconocer el progresivo aumento en la cartelera del cine espiritual. La revista "Cahiers du Cinema" en la edición de España dedica la portada a esta película y varios artículos a este fenómeno. Así Ángel Quintana resalta que "los monjes de Tibhirine, en esta película, no pueden transformar la situación de un mundo alterado por el fanatismo. Su sacrificio es un acto de bondad y de coherencia. Beauvois, como Rosellini, no establece ninguna demostración, se limita a filmar la coherencia de los gestos de unos seres que creen en un más allá situado al margen de la Historia. Su decisión no necesita tener ninguna dimensión heroica para convertirse en ejemplar. Su fuerza es también la de la humildad". En una dirección semejante señala José Enrique Morente: "Las virtudes de De dioses y hombres no radican tanto en el valor histórico como en su equilibrio entre la base auténtica de su relato y la capacidad de abstracción que nos permite reflexionar, pero también conmovernos ante la vicisitud de unos hombres indudablemente buenos". En una entrevista a Xavier Beauvois el cineasta francés comenta refiriéndose a los monjes protagonistas de su película: "son hombres que no están en la esfera del compromiso ni de la tradición. Hombres libres, monjes con un par de cojones". Extraña y sorprendente ciertamente esta forma de referirse a la fe que ha sabido plasmar en sus imágenes.El fenómeno apunta en una dirección claramente cultural. Lo espiritual y religioso emerge de forma nueva, constante y creciente en la búsqueda de los seres humanos. No se trata de excepciones. Se trata de un hecho que viene dejando señales desde hace tiempo para aquellos, que sin ser cegados por una imposición ideológica, reconocen estos brotes donde lo religioso se convierte en argumento trasversal de cinematografía diversas geográfica y culturalmente.


La noticia es, pues, que se consolida el cine espiritual como espacio de diálogo entre la fe y la cultura. Que la vieja búsqueda de Dios se plasma hoy en nuevas historias audiovisuales que suponen una salida a una necesidad a la que la ciencia ni mayoritariamente la filosofía parece darse por aludida. Hay un deseo profundo que brota primero planteando interrogantes y más adelante buscando respuestas. A este momento hay que estar atentos. Por donde menos se espera la gracia escondida muestra sus brotes. No perdamos la ocasión de acompañarlos para verlos crecer.
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